Solemnidad Maestro Jesús de la Unidad, Jesús del Amor

El padre Milton nos pidió que aprovechemos el momento para rogarle al Señor con todo nuestro corazón que nos conceda Amar verdaderamente. Nos invitó a ser instrumentos de la presencia del Señor. No mostrándonos a nosotros mismos, sino que, viviendo cada uno al Maestro, lo presentemos al mundo.

Acompañados por los hermosos cantos del Coro de la Obra y con la solemnidad habitual se pasó a la liturgia de la Eucaristía asistida por dos niños, monaguillos de nuestra Obra.

Fue de vital importancia haber vivido el Gran Encuentro de todas las comunidades de Quito. En él se prepararon los corazones de cada uno, en torno a la contemplación y reflexión de los Misterios del Santo Rosario. Eso sirvió para llevarle a Jesús una verdadera ofrenda agradable a sus ojos. Cada Misterio (Gozoso, Luminoso, Doloroso y Glorioso) preparó un objeto simbólico de aquello que en sus corazones fue trabajado.

Al final de la misa se repartieron unas estampas del Maestro y que tienen impresas al reverso la oración al Maestro. El padre pidió que esta estampa no sea una más, sino que la tengamos como la presencia del Amor Verdadero que nos acompaña en medio de las circunstancias que vivimos. Al finalizar la Santa Misa, se leyó con gran devoción la oración al Maestro.

Luego de la Misa, Juan Arturo Crespo, presidente de la OMMRU, tomó la palabra y agradeció a cada una de las comunidades la ofrenda floral que puso a los pies del Maestro. Puesto que es símbolo de los corazones de los miembros de todas las comunidades. Señaló que en la suavidad, fragancia y delicadeza de cada pétalo está puesto nuestra ternura y amor por el Maestro y que seguramente Él está pasando su mano por cada flor, acariciando nuestras vidas.

Juan Arturo pidió que seamos conscientes de todo lo que el Señor nos ha concedido en estos 25 años de camino. Nos alentó a continuar rezando intensamente el Santo Rosario por las intenciones que se establecieron a inicios de mes. Pidió oración intensa por el nuevo Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo Espinoza, y el encuentro que se tendrá con él en los días venideros.

Juan Arturo también nos invitó a rezar por la misión de nuestros jóvenes en Francia, quienes llevarán a cabo varias actividades para llevar el mensaje del carisma fundacional.

Nos compartió la hermosa noticia de que el día del cumpleaños del Padre Juan Antonio, el 14 de mayo, llegó a su casa una carta del Cardenal Kevin Farrell, primer Prefecto del nuevo Dicasterio para los Laicos, la Vida y la Familia. En ella felicita a la Obra por su consolidación e invita seguir adelante.

Juan pidió que recemos intensamente rogando a nuestro Maestro que surjan, entre nuestros jóvenes, vocaciones de hombres y mujeres llamados al Sacerdocio y a la vida Religiosa, respectivamente. Ellos serán una carta de presentación importante para una posible aprobación Internacional de la Obra. Ya que es el fruto visible de su deseo de santidad dentro de la Obra, buscando la verdad en sus propias vidas.

Finalmente nos dimos la paz entre todos y un grato momento de encuentro, abrazos y felicidad entre todos los asistentes.

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