Oraciones

“Señor enséñanos a orar, hablar con nuestro padre Dios”

 

EL SANTO ROSARIO

En la OMMRU

 

Todos los miembros de las comunidades de la Obra de la Unidad deben rezar el Santo Rosario regularmente, haciéndolo de la misma manera, recitando las oraciones y jaculatorias acostumbradas en nuestra Obra, buscando en todo la unidad.

 

SEÑAL DE LA CRUZ

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo inunda, inunda mi vida, inunda mi alma, para que solamente haya en mí una sola voluntad y un solo deseo, que sea la Voluntad y el Deseo de mi Jesús.

ACTO DE CONTRICIÓN

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate. Sé nuestro amparo contra la maldad y asechanza del demonio. Impóngale Dios su mandato, se lo pedimos suplicantes. Y tú, oh príncipe de la milicia celestial, con poder divino, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos, que, para la perdición de las almas, andan vagando por el mundo. Amén.

ORACIÓN TRINITARIA DE LA OMMRU

Dios mío, te amo. Jesús, Hijo de Dios Vivo, mantenedme siempre en tu divino Corazón. Luz de Dios, iluminadme en horas de oscuridad. María, Madre de mi Jesús, sé mi guía en mi camino hacia el Padre. (Se dice tres veces)

 

CONSAGRACIÓN A NUESTRA MADRE Y REINA DE LA UNIDAD

Se hace con una de las siguientes oraciones:

 

OH SEÑORA MÍA

Oh señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a Ti. Y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

 

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, Celestial Princesa, oh Virgen sagrada, María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión! ¡No me dejes, Madre mía! Ahora y en mi última agonía, sé mi amparo y protección. Amén.

 

INICIA EL REZO DEL ROSARIO

Misterios Gozosos: lunes y sábados Misterios Luminosos: jueves Misterios Dolorosos: martes y viernes Misterios Gloriosos: miércoles y domingos

 

PADRENUESTRO

Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

AVEMARÍA

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

JACULATORIAS

1. María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte ampáranos, Madre nuestra.

2. ¡Oh, Jesús mío! perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu divina Misericordia.

3. María, Madre y Reina de la Unidad, te ruego por la Unidad Interior, por la Unidad en las Familias, por la Unidad de la Iglesia y de las iglesias que creen en Cristo, Maestro del Amor y la Unidad. Amén.

 

(Al término del rezo de los Misterios del día, suplicar con el corazón… )

 

LETANÍAS LAURETANAS

Señor, ten piedad (Repetir) Cristo, ten piedad Señor, ten piedad. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros. Dios, Hijo, Redentor del mundo, … Dios, Espíritu Santo, … Santísima Trinidad, un solo Dios, …

Santa María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios, … Santa Virgen de las Vírgenes, … Madre de Cristo, … Madre de la Iglesia, … Madre de la Misericordia, … Madre de la divina gracia, … Madre de la Esperanza, … Madre purísima, … Madre castísima, … Madre siempre virgen, … Madre inmaculada, … Madre amable, … Madre admirable, … Madre del buen consejo, … Madre del Creador, … Madre del Salvador, … Madre y Reina de la Unidad, (3 veces), … Virgen prudentísima, … Virgen digna de veneración, … Virgen digna de alabanza, … Virgen poderosa, … Virgen clemente, … Virgen fiel, … Espejo de justicia, … Trono de la sabiduría, … Causa de nuestra alegría, … Vaso espiritual, … Vaso digno de honor, … Vaso de insigne devoción, … Rosa mística, … Torre de David, … Torre de marfil, … Casa de oro, … Arca de la Alianza, … Puerta del cielo, … Estrella de la mañana, … Salud de los enfermos, (3 veces), … Refugio de los pecadores, … Alivio de los migrantes, … Consoladora de los afligidos, … Auxilio de los cristianos, … Reina de los Ángeles, … Reina de los Patriarcas, … Reina de los Profetas, … Reina de los Apóstoles, … Reina de los Mártires, … Reina de los Confesores, … Reina de las Vírgenes, … Reina de todos los Santos, … Reina concebida sin pecado original, … Reina asunta a los Cielos, … Reina del Santísimo Rosario, … Reina de la familia, … Reina de la paz, …

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

INTERCESIÓN POR LAS INTENCIONES DEL SANTO PADRE:

Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

1. Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

2. Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

3. Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACIÓN A MARÍA, MADRE Y REINA DE LA UNIDAD

¡Oh, María! Templo de la Unidad Trinitaria, Corazón del Amor Divino, Madre de Misericordia, que mantuviste oculto en tu interior a Jesús, la verdadera Vida. ¡Oh, María! en cuyo vientre se encarnó el Verbo Eterno, Quien nos ha dictado la Doctrina de la Vida, explicación y revelación de Sí mismo. Muéstranos la omnipotencia del Padre, la Sabiduría del Hijo y la Caridad del Espíritu Santo, todo dentro de la Santa Unidad de Dios. Amén.

 

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.  Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de  la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.

 

ORACIÓN CONTIGO VOY VIRGEN PURA

Contigo voy Virgen pura, y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado, mi alma volverá segura. Dulce Madre, no te alejes, tu vista de nosotros no apartes, ven con nosotros a todas partes y nunca solos nos dejes. Tú que tanto nos proteges como verdadera Madre, bendícenos, y haz que nos bendiga El Padre, El Hijo, y el Espíritu Santo. Amén.

 

SEÑAL DE LA CRUZ

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

A MARÍA MADRE Y, REINA DE LA UNIDAD

 

 

¡Oh, María! Templo de la Unidad Trinitaria, Corazón del Amor Divino, Madre de Misericordia, que mantuviste oculto en tu interior a Jesús, la verdadera Vida. ¡Oh, María! en cuyo vientre se encarnó el Verbo Eterno, Quien nos ha dictado la doctrina de la vida, explicación y revelación de Sí mismo. Muéstranos la Omnipotencia del Padre, la Sabiduría del Hijo y la Caridad del Espíritu Santo, todo dentro de la Santa Unidad de Dios.

Amén.

 

 

Ver Novena a María, Madre y Reina de la Unidad

A DIOS PADRE

 

 

Padre Eterno, en este día yo te entrego mi vida toda. Permite que en este día solamente haya en mi corazón el deseo de agradarte y de amarte por sobre todo. Mira mi vida, mira mis obras, pero, antes que nada, mira mi amor. Dios Padre, me elevo a Ti en el Corazón de tu Hijo amado, Jesucristo. Permite, Padre mío, que tu Espíritu descienda sobre nosotros, que nos dé el Don del entendimiento, el Don de la humildad y el Don del eterno amor a Dios.

Amén.

 

A DIOS HIJO

 

 

Jesús amado, soy nada, pero te pongo mi voluntad a tu servicio. Anda, Jesús, limando todo aquello que no te gusta de mí. Hazme ser llama viva de amor por Ti. Guía mis pasos en el amor y en el servicio a los demás. Yo te amo y confío, Jesús, en Ti. Salgo de esta casa listo para servirte, y por donde voy sólo quiero hacer tu Voluntad.

Amén.

 

A DIOS ESPÍRITU SANTO

 

 

Espíritu Santo inunda, inunda mi vida, inunda mi alma, para que solamente haya en mí una sola voluntad y un solo deseo, que sean la Voluntad y el deseo de mi Jesús.

Amén. (x3)

 

A DIOS ESPÍRITU SANTO

(para leer la Palabra, recibir formación, escuchar una reflexión, etc.)

 

 

Espíritu Santo Bendito penetra en mi ser y rompe mi barro, para que pueda descubrir la Palabra Encarnada y hacerla vida de mi propia vida.

Amén.

 

A SAN JOSÉ

 

 

“Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal.”

Amén.

Pequeña oración que fue incluida por el Papa Francisco al final de su Carta Apostólica Patris corde (con Corazón de Padre), declarando el año de San José y recordando el 150 aniversario de la declaración del santo como Patrono de la Iglesia Universal.

 

A LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y LA MADRE DE DIOS

 

 

Dios mío, te amo. Jesús, Hijo de Dios vivo, mantenedme siempre en tu Divino Corazón. Luz de Dios, iluminadme en horas de oscuridad. María, Madre de mi Jesús, sed mi guía en mi camino hacia el Padre. (x3)

Amén.

 

AL MAESTRO JESÚS DE LA UNIDAD, JESÚS DEL AMOR

 

 

Jesús, Amor del Padre, Amor, Unidad, ven, te lo pedimos; te lo pedimos por tu Sangre. Ven Jesús, toma nuestro corazón y danos el Tuyo. Báñanos con tu Sangre; protégenos, Maestro Jesús de la Unidad, Jesús del Amor. Haz que vivamos unidos en tu Amor. Te pedimos por la unidad interior, en la familia, en la Iglesia y entre las iglesias. Te pedimos, Jesús, para que seamos uno contigo, como Tú y el Padre sois Uno.

Amén.

 

DE LA CARIDAD

 

 

Padre mío, te amo: y en Ti amo al hermano, porque el primer mandamiento me enseña a amarte a Ti por sobre todo y a amar al prójimo porque te amo a Ti. Enséñame, Padre mío. Dame la caridad perfecta. Porque al haberme elegido Tú, yo soy parte de Ti, y sé, Padre mío, que en la Caridad que Tú me tienes debo corresponder con aquellos que no te tienen a Ti. Padre mío, toma, toma todo lo que soy y dame el sentimiento infinito de caridad.

Amén.

 

CONSAGRACIÓN DIARIA A LA SANTÍSIMA VIRGEN

 

 

Te amo, Madre mía. Me entrego a Ti, mi Madre, cuídame en este día. Me uno a tu corazón en el Corazón de mi Jesús. Que cada minuto en este día sea un minuto en tu presencia. Cuida los míos, cuida aquellos que dejo atrás, cuídalos, para que en el momento del encuentro nuevamente, todos juntos, con un canto de alegría, sigamos amándote, alabándote y bendiciéndote.

Amén.

 

 

ORACIÓN POR EL ECUADOR EN TIEMPOS DIFÍCILES

 

 

Oh Señor, en quién está la fuerza, el supremo poder y toda divinidad, y que con justicia y con verdad riges cada una de nuestras vidas, permitiendo caminos insospechados y muchas veces llenos de cardos y espinas, no por tu Voluntad, sino porque así han querido labrarlo los hombres, pero el fin al cual está dirigido, siempre lleva el sello de tu verdad y con tu Sangre garantizas que el final será bueno, conforme a tu esencia y, en ella, tu querer.

Por esto, ¿a quién iríamos? Si no existe más plenitud que la tuya ni mayor concordancia para nuestras almas sedientas de bondad si no es a Ti… Por eso, porque solo en Ti podemos poner la confianza plena, no en la voluntad de los hombres sino en la tuya, que guarda en si todo misterio y, a la vez, aquello que anhelamos en la plenitud de nuestras efímeras existencias. Por eso, hoy te pedimos en una sola voz, escucha nuestra súplica, pues sin Ti nada podemos, y manifiéstate Tú en tu verdadero poder y gloria.

Tú que eres el único dueño de todo gobierno, de toda autoridad, de todo poder, muéstranos, Señor, tu luz y tu verdad y reina en nuestras almas, en nuestros corazones, en nuestras casas y en nuestros países. Y, especialmente hoy, en aquellos que más te necesitan y claman al cielo, desde este «aquí» y desde este «ahora».

Mira a tu Patria el Ecuador, y por encima de toda provocación humana, haz prevalecer tu justicia en estos tiempos de la justicia del Padre.

Escucha, Señor, este nuestro clamor, de corazones que quieren morar eternamente en tu Sagrado Corazón, porque ahí es donde pertenecen, desde aquel bendito día en que a todos tomaste en esta tierra al consagrarnos a ti, y los hiciste tuyos, más allá de toda ingratitud.

Confiados siempre en que como Dios y Padre bueno acoges nuestras súplicas, y sabiendo con fe verdadera que no hay oración que salga de lo profundo del corazón, hecha con el amor de tus hijos, que Tú no escuches, en ti nos quedamos, esperamos y existimos prevaleciendo en tu paz y confiados en tu amor, en tu querer y, por sobre todo, en tu misericordia, para con estos hijos tuyos que hoy tienen puestos sus ojos solo en ti y en ti esperan.

Amén.

 

 

Obra Maria, Madre y Reina de la Unidad