Nuestros Jóvenes por Primera Vez de Misión en Francia
El viernes 19 de julio de 2019, inició una de las más importantes misiones de la OMMRU a Francia. El grupo de misioneros estuvo integrado por: Juan Arturo Crespo, el Padre Milton Paredes, Roberto Morcillo, y por primera vez, tres jóvenes de la Obra: María Emilia Crespo, Directora General de Juventudes, Liesel Mahnke, Coordinadora General de Nidos de Unidad y Luis Felipe Carrión.
Los misioneros llevaron una apretada agenda, en la cual se incluyeron visitas a las miembros del Consejo Regional en Francia, con el fin de conocer sus problemas y realidades, además de fortalecer la espiritualidad del Amor y la Unidad en ellos. Y como primicia en Francia, una trascendente reunión de los jóvenes directivos de la Obra en Ecuador, con un grupo de jóvenes de la Obra en Francia.
Esta misión tuvo algo muy especial, el Hermano David Montufar viajó un mes antes para visitar a algunas de las comunidades en Francia, preparando así los corazones de sus miembros para recibir el mensaje que traerían los misioneros. Durante toda su estadía en medio de las comunidades de Francia, se dieron varios encuentros, diálogos y un retiro de gran profundidad, los que marcaron un hito en cada una de las almas de nuestros queridos jóvenes Franceses.
Según el testimonio de uno de los misioneros, el viaje desde su inicio estuvo lleno de contratiempos y situaciones que aportaron mortificación a la misión, un sentido especial de sacrificio y entrega, además de la preparación para enfrentar las experiencias vividas en Roma y luego en Francia.
Antes de su llegada a Francia el grupo de misioneros estuvo en Roma, donde se reunieron con Mons. Emery Kabongo, quien fue Secretario personal del Papa Juan Pablo I. Ahora es Canónigo de la Basílica de San Pedro.
Mons. Kabongo los recibió con su corazón acogedor y tierno, el 23 de julio a las 17h00. Lo encontraron especialmente sensible porque el día anterior, día de Sta. María Magdalena, había celebrado sus Bodas de Oro Sacerdotales, 50 años de ser sacerdote del Señor Jesús.
Llevados por Mons. Kabongo, fueron a la Basílica de San Pedro, estuvieron en lugares excepcionales que son de ingreso restringido. Visitaron las tumbas de los últimos cuatro Papas: San Juan XXIII, Paulo VI (quien lo llevó a Roma a Mons. Kabongo recién Ordenado sacerdote), Juan Pablo I y San Juan Pablo II. Monseñor lo hizo porque sabía del anhelo de nuestros misioneros de lograr un encuentro con el Santo Padre Francisco, por esto, los invitó a rezar con fe en la tumba de cada uno de ellos, para que desde el Cielo, abran las puertas del Vaticano y se logre la meta casi imposible de la reunión con el Santo Padre Francisco. Fue impactante rezar ante la tumba de un Santo (Juan Pablo II) y estar en compañía de uno de sus amigos personales, su Secretario personal.
Un momento de Gracia y alegría especial, fue llegar hasta el lugar donde está “la Piedra sobre la cual el Señor edificó su Iglesia” (Mt 16,18): la visita a la tumba de San Pedro, privilegio que tienen y han tenido muy pocas personas. Dice Juan Arturo al respecto: “Por eso, queremos que ustedes también se estremezcan al saber en dónde estuvimos, donde estuvo en ese momento la Obra de la Unidad, porque estuvieron nuestros Sacerdotes, nuestros jóvenes y la cabeza de la Obra, representando a todos nosotros.”
Posteriormente, Mons. Kabongo los orientó en los pasos a dar, para lograr una entrevista con Su Santidad, y los animó a ser valientes y a presentar una carta dirigida al Papa Francisco, pidiendo un encuentro con él. La carta fechada 24 de julio de 2019, fue dejada en el correo personal del Santo Padre, con la certeza que llegará a manos de Su Santidad.
Durante la estadía en Roma, los misioneros visitaron la casa de San José María Escrivá de Balaguer. Allí fueron recibidos por Felipe Román, miembro del Opus Dei, quien los atendió cariñosamente y les mostró en detalle cada rincón de esta casa.
Nos recuerda Juan Arturo: “Es hermoso ver que la espiritualidad que tiene el Opus Dei, es parte también de la Obra de la Unidad, porque San José María Escrivá de Balaguer, incentivaba la santificación por medio del trabajo, es decir, llevar a Dios a donde tú vayas y tenerlo vivo y presente en todas tu realidades. La Obra de la Unidad busca la unidad interior del ser humano, que Dios reine en todas sus realidades humanas, es decir, buscamos encarnar al Dios vivo.”
Un gran privilegio y alegría fue para el padre Milton, celebrar la Santa Misa en La Capilla Clementina con nuestro grupo de misioneros, pequeña capilla que queda apenas sobre la Tumba de San Pedro.
La última visita en Roma, la realizaron a San Pablo Extramuros. Por ser San Pablo, nuestro Patrono de las misiones de la Obra, desde esa Basílica Vaticana que está a las afueras de Roma, nuestros misioneros iniciaron el camino a la misión en Francia.
Una vez en Francia y luego de varias e importantes reuniones con miembros del Consejo y de la Obra en ese país, se vio que era impostergable la elección de un nuevo Coordinador Regional y de un nuevo Consejo Regional de Francia.
Mientras tanto, durante una semana de encuentros, los jóvenes se dedicaban a compartir profundas experiencias acerca de la espiritualidad. El primer encuentro se realizó en una casa de retiros con los jóvenes de Francia y de Martinica.
Una de las experiencias más importantes de la misión con los jóvenes fue llegar a transmitirles cómo viven los jóvenes de la Obra del Ecuador, la espiritualidad en su día a día. Resultó un hermoso desafío llegar a su corazones. Fue una experiencia profunda y hermosa, donde se realizaron diferentes actividades, en las que constantemente se les brindaba una guía amorosa a los jóvenes franceses, para que abran y entreguen sus corazones de manera auténtica. Los jóvenes franceses compartieron sus experiencias y reconocieron que esta fue una experiencia que llenó de alegría sus corazones.
El fin de semana se llevó a cabo el retiro, “María Misericordia para el Mundo”, que se ha realizado en Ecuador en algunas ocasiones. Dentro de este retiro nuestros queridos jóvenes dieron testimonio. El hermano David sobre su vocación al sacerdocio, y Liesel sobre su vocación al matrimonio.
Uno de los frutos más importantes de esta misión es la respuesta valiente y comprometida de nuestra querida Myriam Houget. Ella se ha vuelto un ejemplo a seguir en medio nuestro porque busca hacer la voluntad del Señor por encima de todo. Es una alegría verla en su deseo de tener más conciencia sobre sí misma, reflexionar sobre el estado de su fe y su relación con Dios, porque busca crecer por amor al otro. En ello, ha valorado la espiritualidad de la Obra de la Unidad como un llamado en su vida. Nuestra querida hermana ha decidido viajar al Ecuador para hacer una experiencia profunda de la espiritualidad del amor y la unidad. Oremos por ella..
La Obra María, Madre y Reina de la Unidad continuará con su labor de extender la espiritualidad del Amor y la Unidad por Francia y por el mundo entero.