Celebración por los 25 Años de la OMMRU
Juntos, como una gran familia, celebramos los 25 años de haber nacido, por privilegio y Gracia de un Dios Vivo, nuestro amado Jesús, Maestro del Amor y la Unidad.
El sábado 14 de diciembre de 2019, en el Molino San Juan Hacienda, en Cayambe, más de doscientas personas de las comunidades de Quito y Guayaquil, nos reunimos en un gran encuentro para celebrar los 25 años de fundación de la Obra María Madre y Reina de la Unidad.
Durante el recibimiento, el registro de los asistentes, y la cálida bienvenida de nuestro Moderador General, sacerdotes, religiosos y miembros del Consejo General, quienes amorosamente nos esperaban, se podía sentir un ambiente de gran alegría, calidez e ilusión. Detrás de ello, también se evidenciaba un equipo organizador que permitía cubrir cada detalle, para que este especial día, marque las vidas de todos quienes asistimos.
Tuvimos la bendición de escuchar el testimonio de cuatro de nuestros hermanos, entre ellos, Myriam Houget, nuestra querida hermana de Francia. Todos ellos, de manera valiente, relataron los milagros que Dios ha obrado en sus vidas, durante su camino dentro del Amor y Unidad. Expresaron su realidad, logros y debilidades, dando fe de cómo El Señor y su Madre Santísima, los han llevado por un camino de consciencia y decisiones firmes para llegar hasta donde están ahora.
Cuando aprendemos a amar a Dios por sobre todas las cosas, es natural decirle que sí.
Luego, con el corazón atento, recogimos las palabras de nuestra formadora en esta espiritualidad de Amor y Unidad. De su corazón profundo y amante de Dios, recibimos riqueza para nuestras vidas y realidades, porque su palabra toca y conmueve al alma. Las lecciones de su propia vida y experiencia, nos permitieron mirar que a Dios hay que ponerlo siempre primero, ya que, al ser llamados a formar parte de la Obra de la Unidad, debemos llegar a vivir una conversión verdadera, que debe estar en camino de ascenso siempre, ya que en nosotros no puede haber cabida al acomodamiento.
Porque cada Navidad debe ser alegría en el alma, sabiendo que Jesús nos dará una gracia nueva.
Nos reiteró que es necesario formar en nosotros una ascética, que forje una voluntad firme, y mayor autodominio: “Cuando aprendemos a amar a Dios por sobre todas las cosas, es natural decirle que sí”.
La charla se encaminó también hacia el tema del Adviento y la preparación para la gran fiesta de la Navidad. En la que debemos concientizar, que los nueve días de la Novena, son una nueva oportunidad que el Cielo nos regala para aprender a conocer a Jesús y ser dóciles como niños para caminar en su Amor. “Porque cada Navidad debe ser alegría en el alma, sabiendo que Jesús nos dará una gracia nueva”.
Fue así como contemplamos la presencia de un Jesús Maestro cercano, que camina y habla en medio nuestro.
Conociendo más a nuestra Obra.
El coordinador del área de la tesorería, Javier Dávila, realizó una presentación de la estructura y funcionalidad del Gobierno de la OMMRU. Se expusieron con claridad temas desde el organigrama, hasta los objetivos, actividades y funciones de cada una de las áreas que trabajan de manera ardua y desinteresada para mantener viva esta Obra de Amor y Unidad.
Con alegría e ilusión, el Hermano David, encargado del área de comunicaciones, realizó el lanzamiento de la nueva página web oficial, con nueva imagen, manejo y visibilidad de contenidos, con adaptaciones realizadas en base a las nuevas tendencias y necesidades de los usuarios.
También, se expuso el programa renovado de aportes económicos, reflexionando que después de 25 años de conocer la grandeza de esta Obra, es natural ser recíprocos y actuar con generosidad para que puedan continuar los grandes proyectos que lleva a cabo la misma.
Una jornada de encuentro con el corazón del otro.
En medio de un ambiente familiar, entre risas, abrazos, deliciosa comida y un divertido sorteo de premios que contagiaba alegría a todos, las comunidades participaron de diferentes maneras, con presentaciones de música, cantos y bailes.
Dos espacios especialmente dedicados a revivir nuestra historia, a través de fotografías y símbolos, permitían guardar en el recuerdo estos 25 años en la OMMRU, y del llamado a ser siempre Soldados del Maestro Jesús y nuestra Madre Santísima.
El encuentro con nuestros niños y jóvenes fue particularmente tierno y emotivo.
Nuestros jóvenes, quienes están siendo formados con dedicación y esfuerzo, son ejemplo de lo que implica optar por Dios en cada circunstancia, y se vuelven denuncia para un mundo que los siente diferentes en su manera de ser, pensar, sentir y actuar.
En este encuentro de los 25 años, se movilizaron nuestros corazones al darnos cuenta que cada alma que se convierte es un verdadero milagro, un milagro que se da a través de la vivencia de procesos verdaderos y profundos en el alma, los que producen frutos de fe que se pueden palpar, porque la vida de aquel que se convierte, puede dar cuenta de un cambio real y verdadero en su ser.
La Santa Misa presidida por el Padre Milton Paredes, junto al Padre Eddy de la Torre, fue el sello de esta jornada cargada de alegría, ternura, símbolos y detalles del Cielo. En la que cada uno de los asistentes, puso en su corazón una intención particular para recibir la Gracia que el Maestro quiera darnos por estos 25 años.
Gracias a la dedicación de muchos corazones, especialmente de aquellos quienes de manera constante dan la vida en esta Obra del Corazón de Jesús y María, esta jornada de amor, fue un verdadero regalo para cada uno.
Porque por Gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no viene de vosotros, sino que es don de Dios. (Ef. 2.8)
TESTIMONIOS
Testimonios de los corazones de algunas de las personas que estuvieron presentes en el evento de los 25 años
“Nunca sentí tanto amor y entrega a mi persona como ayer. Fueron horas maravillosas que me ayudaron a ver y sentir más claramente el inmenso Amor de mi Señor y de Su Madre Santísima y a renovar mi espíritu”.
Maite.
“Gracias a todos los todos los que hicieron posible el gran festejo de la Obra, fue una revelación para mí”.
Alicia.
“Fue un encuentro que, como siempre, llena una nueva área del corazón, abre un nuevo cuestionamiento en otra. Fue muy cálido y acogedor. ¡Un privilegio y un regalo haber podido ir! ¡Dios les pague y felices 25 años para todos nosotros!”.
Andrea.
“Dios les pague por tanto amor y por estos 25 años que se grabaron en mi corazón con la dulzura de una rosa que se impregna en mi corazón y se prepara para iniciar mañana la Novena de Navidad. Bendito sea nuestro Jesús de la Unidad y nuestra María Madre y Reina de la Unidad”.
Yolanda.
”Que maravillosos momentos que se quedan en el corazón y llenan el alma de alegría. Gracias Marcita por tan bello testimonio, cada vez que lo escucho encuentro algo nuevo en que trabajar. Tu vida inspira el alma a ser mejor, a acercarse más al Señor, a ser fiel. Que bendición ser parte de esta gran familia, regalo del Cielo y Misericordia para mi Familia”.
Sandy.
“Que día tan pleno, tan vivificante fue el sábado. Gracias a todos los organizadores, al Consejo, a todos cuantos hicieron que nuestros corazones ardan. Renovada en este camino y una nueva visión tengo de esta amada Obra. Dios les pague”.
Elena.
”Fue un día lleno de la presencia del Señor y de la Virgencita con su gracia y bendición; se los podía sentir en las miradas, en las sonrisas y muy especialmente en los abrazos y en las lágrimas que salían del corazón”.
María del Pilar.