La Solemnidad de María Madre y Reina de la Unidad

Nuestro corazón está de fiesta, qué alegría tan grande, que gracia tan preciosa.

Las jornadas de ofrecimiento y entrega diaria en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, nos llevaron a culminar el sábado 25 de enero, con la Solemnidad de María Madre y Reina de la Unidad.

Un día de fiesta para todos los miembros de la Obra, en el que nos detuvimos a profundizar el significado de nuestro carisma. Estamos llamados a caminar verdaderamente en unidad interior, a partir de nuestra decisión de amar la verdad de forma incondicional. Conociendo profundamente lo que sucede en nuestro interior, de tal manera que podamos darnos cuenta cuáles son nuestros pecados y ataduras, para decirle que “si” a nuestra Reina y Madre de la Unidad.

En este día de celebración, lleno de símbolos especiales que el Señor y la Virgen María nos regalaron, nuestra Madre nos llamó a vivir la unidad desde la conversión profunda, y también desde un amor incondicional a la verdad y al amor.

Iniciamos la celebración desde la Cruz de Puembo, con nuestros queridos hermanos de Francia, y miembros de las comunidades de Quito. Caminamos en procesión hasta la Capilla, acompañados de nuestra Madre de la Unidad, rodeada de fragantes y bellas rosas, mientras elevamos al cielo la oración del Santo Rosario.

En la homilía, el Padre Milton mencionó que: “la Madre y la Reina de la Unidad es una de las pocas advocaciones que tiene liturgia propia”. Realizó un recuento de este particular detalle:

Una de las oraciones que está en el Misal Romano dice: “Saldrás con júbilo al encuentro de los hijos de Dios, Virgen María, porque todos se reunirán para bendecir al Señor del mundo”.  

En la Misa de Santa María, Madre y Reina de la Unidad: “La Iglesia, llevada por un ferviente deseo de congregar en la unidad a los cristianos y a todos los hombres, súplica a Dios, por intercesión de la Virgen, que todos los pueblos se reúnan en un mismo pueblo de la nueva Alianza”. 

Juan Pablo II en su oración a la Madre de Dios dice: “danos un amor incondicional al Espíritu de la Verdad y al Espíritu del Amor”.

Otra oración de Juan Pablo II dice así: “Tú, que eres la primera servidora de la Unidad del cuerpo de Cristo, ayúdanos, ayuda a todos los fieles que sienten tan dolorosamente el drama de las divisiones históricas del cristianismo, a buscar continuamente el camino de la unidad perfecta del Cuerpo de Cristo, la fidelidad incondicional al Espíritu de la Verdad y del Amor” eso lo dijo en un mensaje de radio en 1981.

Luego de la Santa Misa, compartimos todos juntos como una gran familia en el Ágape preparado por las comunidades.

Cada comunidad, preparó una exposición de lo ha significado la vivencia de su carisma, encontrando la forma de transmitirlo para llegar al corazón de sus hermanos con diversidad de ideas y recursos propios.

Fue sorprendente mirar los corazones entregados, de quienes, de manera original y creativa, realizaron la explicación del carisma de su comunidad, buscando atraer con diferentes y bellos detalles, a quienes los visitaban en su stand durante la jornada.

Galería

Arranquemos un milagro al cielo.

Un representativo y hermoso detalle dentro de esta hermosa Jornada, fue la motivación que nació del corazón de una de nuestras hermanas, para que sesenta personas adquieran un globo que sería inflado con helio y serviría para formar un gran Rosario en honor a María Madre y Reina de la Unidad.

Este Rosario de globos, permaneció en el aire, cerca de la Gruta de la Gracia de Dios, durante todo el tiempo que duró nuestro encuentro. Se sujetaron las intenciones que cada persona escribió, en un papel a cada uno de los globos, y en la Cruz del Rosario, se sujetó la Misión que tienen nuestros hermanos franceses como miembros del Consejo Regional de la Obra en Francia.

Fue así, como en un emotivo momento, Juan Arturo le dio toda la importancia a este hermoso Santo Rosario y lo envió al Cielo con la certeza de que nuestras oraciones eran recibidas por nuestra Madre del Cielo.

El “Sí» de los Jóvenes de la Obra, el sello de la semana de la Unidad.

Los jóvenes estuvieron a cargo de la venta del delicioso almuerzo de este gran día. Representaron el carisma de la Mansedumbre en su propio stand y lo hicieron poniendo todo su corazón, alegría y creatividad.

 

La juventud de la Obra tuvo una importante experiencia de hermandad este día. Ser tomados en cuenta por el otro, no solamente con la idea de “ayudar”, sino de “asumir” verdaderamente una responsabilidad propia, y hacerlo en equipo.

 

Cada uno de estos jóvenes dijo que “sí”, dejándose llevar por el amor y la amistad. Se notaba la disposición de sus corazones, en medio de incomodidades, incluso del clima, estuvieron atentos y pendientes de cubrirse entre ellos ante cualquier necesidad que se presentara, todos unidos en un mismo pensar y en un mismo sentir.

La juventud de la Obra tuvo una importante experiencia de hermandad este día. Ser tomados en cuenta por el otro, no solamente con la idea de “ayudar”, sino de “asumir” verdaderamente una responsabilidad propia, y hacerlo en equipo.

Cada uno de estos jóvenes dijo que “sí”, dejándose llevar por el amor y la amistad. Se notaba la disposición de sus corazones, en medio de incomodidades, incluso del clima, estuvieron atentos y pendientes de cubrirse entre ellos ante cualquier necesidad que se presentara, todos unidos en un mismo pensar y en un mismo sentir.

TESTIMONIOS

Comunidad 1 – De la Caridad y la Piedad

“Para mí la semana de la Unidad fue especial. Primero el adorar al Santísimo, estar con Él la única hora que pude, sentir su presencia en el silencio de una oración-conversación que llena el alma de amor, dulzura y ternura. Luego vino nuestro accidente de tránsito, donde sentimos la presencia amorosa, protectora de la Mamita Virgen, que no permitió que nada nos pase, que nos regaló la vida nuevamente. Luego cada homilía de los Padrecitos era un cuestionamiento fuerte a mi alma. El mirarme cómo estoy en cada tema que fueron tratando. Y, por último, la alegría del encuentro con toda la Obra y de manera especial con los hermanos de Francia con quienes hubo una conexión con la oración. Un día cálido, se sentía el Amor y la Unidad. La presencia del Señor y la Reina de la Unidad. Realmente está semana el Señor me permitió vivirle de una manera súper especial”.

Genoveva.

Comunidad 3 – De la intercesión

“Cada momento entregado al Señor me lleva a una profunda reflexión sobre mi compromiso con Él, sobre mi entrega, sobre mi vida de unidad. En un instante pasan por mi mente aquellos momentos de infidelidad, de alejamiento y a veces hasta quemeimportismo que viví en un determinado tiempo, pero también aquellos de intenso amor, de entrega total, de ese anhelo profundo de convertirlo en el centro de mi vida. Tristemente me di cuenta de que todavía el Señor no es el centro de mi vida en forma constante, solamente son momentos que se alargan en su presencia: en el compartir con el hermano, en la adoración al Santísimo, en la Semana de la Unidad que he vivido, experiencias todas que se convierten en un fuego amoroso que limpia mi alma y mi vida, al acercarme a la reconciliación. Busco que toda mi vida sea una continua Semana de la Unidad”.

Alberto.

 

Comunidad 4 – De la fortaleza

“Semana de la Unidad, hermosa jornada que movilizó el accionar y especialmente el corazón en nuestra amada Obra tanto en lo personal como comunitariamente. Los encuentros íntimos con Jesús Sacramentado y las reflexiones en cada Eucaristía nos llevó a la reflexión, cuestionamientos personales y enriqueció el sentido de pertenencia y la responsabilidad ante tanta gracia recibida. La gran fiesta de Unidad se vivió con mucha alegría y amor; el compartir con nuestros hermanos franceses y entre las comunidades hizo valorar la riqueza de nuestra espiritualidad. Jesús Maestro del Amor y Unidad y María Madre Reina de la Unidad nos bendigan”.

Susana.

Comunidad 2 – De la oración

 

“Para mí lo que he vivido en la Semana de la Unidad no tiene precio.

El amor del Señor y de la Santísima Virgen que he sentido en la Adoración al Santísimo y en las misas que pude participar han dado un gozo a mi corazón que no puedo describir con palabras. Me siento amada y comprometida a dar lo mejor de mí.

La experiencia de la preparación del Carisma fue muy hermosa se vio la respuesta del corazón y la participación de cada miembro de la comunidad para la ejecución del Decálogo de la Oración que fue basada en las frases sacadas de los mensajes de nuestro amado Jesús a nuestra Comunidad. El leer y reflexionar los mensajes después de 26 años nos ha movido mucho en el compromiso que tenemos con el Señor de salir a pesar de nosotros mismos y de nuestras limitaciones siempre pidiendo la guía de Nuestra Madre María, Reina de la Unidad”.

 

Paulina.

 

 

 

 

“Disfruté la belleza y profundidad de la novena y tuve un sentimiento de gratitud a mi Padre Juanito. La adoración fue un encuentro en el que volqué mi corazón necesitado a mi Señor rogándole por la unidad de los Cristianos. La preparación del carisma fue una reconexión con la oración. Doy gracias a Dios por las charlas preparadas con gran amor por nuestros Sacerdotes y que dieron como fruto en mi la gratitud por el llamado vocacional a la Unidad, el deseo de mayor docilidad y el renovado amor por nuestro Santo Padre Francisco. El día de la Solemnidad amanecí con una profunda alegría en el corazón y feliz de poder servir en algo que se necesitó. El encuentro con mis hermanos de la Obra fue cálido y entrañable una auténtica fiesta de la familia de la Unidad. Presentar el carisma de La Oración fue tener el honor de un momento de intimidad con cada hermano en un acto de amor al Señor y su Palabra”.

Juan Pablo.

Comunidad 17 – De la Humildad

“Tome conciencia del significado trascendental de la Semana de la Unidad en la que mi Divino amor derramó su ternura como agua cristalina desde el Sagrario. Fue lindo ser un solo corazón con mis hermanos de comunidad a sus pies sintiéndome cobijada por la ternura de nuestra Reina y Madre; también el compartir con alegría la preparación del stand y en la que pude ver las maravillas que hacían mis hermanas con amor para la Virgencita. Me di cuenta de cómo el Señor ha trabajado en la Humildad en mi corazón, especialmente en el vivir parada en la verdad, en mi verdad conociéndome a misma y mirando cuánto me falta todavía. Qué gran regalo de mi Señor en el ágape en el que me sentí amada por todos y el regreso de una hermana que se fue de la Obra y fue tanta mi alegría y gratitud hacia mi Señor que las lágrimas no paraban de caer”.

“Todas las veces que estuve en la capilla para las misas y la adoración, he sentido la presencia viva de Dios; el cielo en la tierra. Viví con mucha ilusión los sermones, sobrecogida de comprender un poco más la gracia de estar donde estaba. Igual con la preparación del stand y de compartir en el ágape, con un amor que de verdad quería que me una a mis hermanos de comunidad, que nos una como comunidad y como Obra, una ilusión de querer y mostrar ese cariño a nuestros francesitos”.

Kattia.

“Pude asistir todos los días a la Santa Misa y escuchar las homilías, así como estar con el Santísimo; esta experiencia fue muy enriquecedora por los nuevos conocimientos y la vivencia con el resto de la Obra, especialmente los franceses. Sentí realmente como Dios iba tocando partes muy importantes de mi ser y cuestionándome en varios puntos: orgullo, docilidad, verdad, yo, tolerancia. A mí me toma tiempo digerir estas experiencias, pero siento que algo se mueve dentro de mí. Sentía dolor por quienes no estaban asistiendo, especialmente de mi comunidad. El sábado la experiencia fue hermosa, miraba a mi gente de la Obra trabajando, esforzándose todos por poner su stand lo mejor posible, trabajando en comunidad, moviéndose por el Señor, por la Obra, sin buscar nada más que agradar, fue maravilloso. Aquí tengo un mea culpa, mi preparación para el testimonio fue muy mala, no me podía concentrar y el fruto fue malo; en cambio aquí funcionó muy bien la comunidad o, al menos, la mayoría; creo que se tuvo un hermoso stand, las coronitas de la Virgencita fueron hechas a mano con mucho amor y habilidad, los testimonios estuvieron muy bien (menos el mío). Estoy muy contento con lo recibido por medio de la Obra”.

Diego.

Comunidad 18 – De la misericordia y el perdón.

“La semana por la Unidad de los Cristianos, por motivos de trabajo, no pude participar de la manera que mi corazón anhelaba. Pude asistir a una de las misas en nuestra capilla, la homilía del padre Milton fue sobre la fidelidad y obediencia, sus palabras calaron profundamente en mí, y estoy tratando de encarnarlas en mi diario vivir.

En relación con la preparación de nuestro carisma y del stand, hubo gran interés, participación y entusiasmo por parte de todos mis hermanos de comunidad.

Por último, el día del ágape, a pesar de que tampoco pudieron asistir todos los hermanos, la alegría, el amor y la unidad que pudimos sentir al confraternizar con las otras comunidades y con el Consejo Regional de Francia fue lo que más puedo destacar”.

 

Alexis.

 

“Fue una semana de mucha gracia y cercanía celestial. El Maestro me llevó a revivir el Retiro de la Unidad y a sentir fuertemente Su presencia junto a nuestra Madre en una de las tardes de adoración. La fidelidad, obediencia y docilidad tratadas por el Padre Milton en sus homilías, penetraron profundamente en mi ser y se mantienen vivas en mi conciencia y ojalá siempre en mi obrar. ¡Y como no mencionar la última homilía sobre la Unidad, realmente me impactó! Todo me cuestionó y me movilizó llevándome del cumplimiento, “cumplo y miento”, hasta el actuar por amor con totalidad. Tantos bellos detalles preparados por los hermanos de las comunidades el día de la fiesta de nuestra Madre y Reina, me enseñaron cuánto amor me falta, pero, a la vez, me impulsaron a dar lo mejor y pude, realizar pequeños actos de amor que llenaron mi corazón de paz, alegría y agradecimiento por pertenecer a esta bendita Obra y recibir tanta luz. Sentí a la Madre y Reina de la Unidad acompañándome y ayudándome en todo el trajinar de ese hermoso día. Disfruté con cada hermano que encontré a mi paso, incluso con algunos de los más pequeñitos. Fue lindo tratar a algunos por primera vez. Intenté ayudar en todo lo que pude y me quedé hasta el final. Doy gracias infinitas por todo lo recibido y le pido al Señor la gracia de ser siempre fiel y dar buen fruto.”

Ma. Cristina.

Comunidad 22 – De San José

“El camino de Dios es tan especial y lo que he logrado vivir en este tiempito, ha sido muy enriquecedor para mí. Una vez más Dios toca mi corazón, mi conciencia, mi alma; para decirme que me mantenga cerca de Él, que ofrezca y busque la salvación de sus pecadores. Que confíe e implore en su nombre, que me esconda atrás de Él porque Dios Padre nos está mirando. Que lo mire y que Él nos mira, que recuerde la potencia de la oración y su misericordia que abraza a cada alma. Siento que Dios me ha dicho que debo ser pequeña pues a Él le gusta que lo sea, y en esta Obra Amada”.

Andrea.

“Mi experiencia sobre la reunión de exposición de carismas de la obra y San José a los peregrinos de Francia fue interesante. Con mis hermanos de manera híper ejecutiva organizamos y pusimos en marcha un plan donde cada uno de los miembros de la comunidad San José, puso su sentir y su obrar. Les agradezco infinitamente por su amor entrega y compañía”.

José.

Comunidad 28 – De la Pureza y Libertad en Dios

“La semana de la Unidad me volvió a reconectar con la esencia de la Obra, todos los preparativos para los diferentes eventos los hice con todo mi amor, lo vivido durante la semana me hace valorar todas las gracias y bendiciones que recibimos en la Obra, lo más importante para mí es el sentido de pertenencia a esta amada familia de la Unidad que me lleva a renovar el compromiso de ser luz para el mundo”.

Patricia.

 

 

“¡Fue una jornada maravillosa! La visita al Santísimo, la prédica del Padre Milton y para cerrar la semana de la Unidad la jornada del sábado. Cada día sentí que el amor a mi Jesús y a Mamita María estaba a flor de piel. En ningún momento permití que nada ni nadie me robe este sentimiento que hizo que mi entrega y alegría se mantenga. Quiero seguir sintiéndome así porque he decidido ser feliz porque sé que el Señor me ama y es por eso por lo que estoy y soy de la Unidad”.

Yolanda.

Comunidad 30 – Constancia y Fidelidad a Dios

“La experiencia vivida en el Santísimo, al rezar la novena a nuestra Madre del Cielo por la Unidad de los Cristianos, fue una experiencia y motivación para acércame con más amor al Santísimo Sacramento con un gozo infinito cuando estoy en presencia de Él, el mundo se paraliza ya que no hay tiempo, ni espacio que nos separe. Quería agradecer a todos mis hermanos que me dieron la oportunidad de permanecer en esta Obra bendita, abriendo sus corazones que solo Dios y la Virgen Santísima ha hecho posible este milagro del amor hermoso. Lo he sentido al Señor Todopoderoso, la tierra entera está llena de su gloria repitiéndome en mi interior YO SOY EL REY DEL UNIVERSO. Dulzura mía, el fuego de su amor me llena y vive en mí, gracias y mil gracias que estoy viva y puedo contarle a mi Señor y Dios mis tristezas y alegrías como a un Padre amoroso amigo inseparable fiel compañero de mi vida. En la preparación de las carpas en el patio de la iglesia, es muy grato contar con la comunidad que siente y piensa en unidad en este encuentro cada uno se ofreció para colaborar y que no falte nada como la carpa los bocaditos las estampas el regalo para los hermanos franceses, todo con diligencia, ánimo y gozo y comprometidos para una causa común olvidándonos del yo personal. Colocamos el cuadro de la imagen de Nuestra Madre adornada con flores azul y blancas que luego fue entregado a la hermana Patricia de Francia. Le deseamos que nuestra Madre proteja su vida, su hogar, su comunidad y su nación Francia y con su manto les cobije. También se le explicó en que consiste nuestro carisma, ella lo acogió en su corazón. Le llamo mucho la atención el gran compromiso que contiene nuestro carisma, que, cada uno de nosotros lo vivimos con la gracia de Dios con fortaleza, con humildad y con fe, asumiendo el reto cada día de ser constante y fiel a Dios que con lágrimas de alegría y sufrimiento sellamos nuestras almas para ser capaces de enfrentarnos como guerreros a toda adversidad que se presenta en la vida”. Rosa.

Comunidad 44 – Caminantes de María en el consuelo y reparación.

“Me sentí acompañada en la adoración, escuchada por el Señor en la oración, me sentí parte de su Iglesia. Me sentí miembro de la Comunidad meditando el Carisma, llamada. También se renovó el compromiso de dejarme tocar por las vidas de quienes caminan por delante, por ejemplo, no herir ni preocupar al Señor cuando no decido algo a pesar de que me dicen. Para la preparación del stand decidí no estresarme y transmitir lo que era el Carisma con nuestros testimonios de vida. Eso ayudó mucho a la Comunidad, a poner cosas concretas sobre su vida para vivir el Carisma. Fue bonito presentarme a los hermanos franceses y guías como Caminante de María, miembro de la Obra, con más identidad”.

Patty.

“Vivir la semana de la Unidad es para mí, cada año, una renovación de mi compromiso con el Señor. En este año en especial ha sido un tiempo de reflexión, de mirarme, de cuestionar mi actuar. En esta semana de la Unidad recibí luces claras a través del Amor y corrección de mi guía, quien es un regalo en mi vida, y no me imagino la vida lejos de esas correcciones que, aunque duelan me permiten acabar con la ceguera espiritual que tengo. Durante la Adoración al Santísimo, aunque no logré estar todos los días, sentí la fuerza del Amor del Señor que no me juzga y me ama, me acoge y me motiva a cambiar. Para la preparación del Carisma nos pasó que en una reunión de Comunidad apareció nuestro carisma y recordarlo fue motivador, regresé a ese bello momento y me imaginé vivirlo, por eso sugerí a la coordinadora que revivamos el carisma en el stand, mi propuesta fue acogida, fue hermoso recordar y plasmar el carisma en el stand entre todos, niños y grandes, poniéndole a la Virgencita en el lugar especial que merece y llenándole de flores como en marzo de 1999 ella lo hizo con nosotros. Como fruto de este tiempo tengo la decisión de lograr ser los pasos de Consuelo y Reparación que la Virgencita y el Señor nos piden”.

Sandy.

Comunidad 46 – De la Perseverancia

“Con la colaboración de todos los que formamos mi comunidad acordamos hacer un cartel sobre nuestro carisma y cómo nos fue dado. Para ello Iván me envió los textos y Juan Arturo me guio. Una de mis hijas hizo la traducción al francés y otra me ayudó en la elaboración de este. Tomamos como ejemplo a nuestra hermana de comunidad y su labor en la Casa de la Misericordia. Para mi saberme parte de nuestra Obra es algo que no puedo expresar”.

Cecilia.

“La adoración al Santísimo fue un día y una hora muy importante porque fue la gran oportunidad de estar postrada frente a nuestro Señor, nuestro Dios, pidiendo con humildad por mis necesidades con la convicción de que su bondad es perfecta, también agradeciendo y reconociendo toda la bondad y amor que ha tenido conmigo”.

Rocío.

“En la semana de la Unidad nuestra hermana Rocío estuvo en la adoración al Santísimo, la preparación de nuestro Carisma fue tomada de nuestros archivos con la explicación de Nuestros amados Sacerdotes de la OMMRU Padre Eddy, Padre Milton, y Juan Arturo quedamos muy maravillados y tonificados en Nuestra Fe, nos hemos acercado y compartido con otras comunidades descubrimos muchísimo amor entre todos. Los hermanos franceses quedaron muy claros sobre nuestro carisma LA PERSEVERANCIA Y LA CONSTANCIA”.

Iván.

Comunidad 10 – De Jesús de la Unidad, Jesús del Amor.

 

“Esta fue una semana de verdadero amor y unión con mis hermanos de comunidad. El organizar cada detalle para el ágape y decidir cómo demostrar nuestro carisma y amor a la Obra, llenó mi corazón de ilusión. Esta experiencia fue tan enriquecedora, que aún siento como si la siguiera viviendo”.

 

Vanesa

Comunidad 41 – De la enseñanza: María, Maestra del Amor.

“La semana de la unidad me ayudó a observar cómo estoy en autoconocimiento y de mi relación con el Señor. Me di cuenta de que necesito primero constituirme como ese templo fiel, amado, cuidado para así poder hacerlo con el otro. Sin divisiones ¿A quién debo agradar? sino solo a Él”.

Joseth.

 

“Después de la semana de la unidad me siento renovado, refrescado y siento que descubrí a Jesús de la Unidad en nuevos detalles a través de cada cosa que compartí con mis hermanos de Ecuador y de Francia”.

Felipe.

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