El Santo Rosario en Unidad y Amor

Durante el rezo del rosario, el 25 de mayo de 2020, pudimos ver un hermoso arcoíris que nos conmovió a todos.

El pasado 25 de abril, el Papa Francisco hizo un llamado a todos los fieles, a rezar el Santo Rosario durante el mes de mayo, que es el mes de María, para enfrentar con fe y esperanza este tiempo de prueba que atraviesa el mundo.

Juan Arturo Crespo, en amor y obediencia a este llamado, envió una conmovedora carta, dirigida a todos los hijos de la Unidad, recalcando el poder que tiene nuestra oración en comunidad: “En estos tiempos críticos, quiero recordar la fuerza de la oración que Dios ha concedido a su Obra. Sigamos rogando a nuestra Madre del Cielo, en su mes, para que consiga los milagros que la humanidad necesita. Los milagros de la conversión, del arrepentimiento verdadero, del amor por la verdad, de la voluntad férrea para no volver a pecar.  Nos uniremos en amor y obediencia a las intenciones de nuestro Santo Padre”.

Nos motivó a que vivamos en este tiempo que Dios ha permitido, verdaderos procesos de santificación, que nos ayuden a alcanzar frutos espirituales, en la fidelidad, en la entrega, en la mortificación y sobre todo en el amor. Para así transformarnos en instrumentos del Espíritu Santo, que muevan al mundo hacia la esperanza y la paz.

Durante todo el mes de mayo desde las 06h30, a través de la plataforma de comunicación virtual Zoom, decenas de miembros de la Obra de la Unidad nos unimos en oración y escuchamos en vivo y en directo las oraciones de nuestros amados: Juan Arturo, el Padre Milton y el Padre Eddy, y los habitantes de la comunidad de San Rafael.

La oración del Santo Rosario comenzaba cada mañana con una súplica diaria por nuestro Santo Padre Francisco y nuestra Iglesia, por todos los que sufren a causa de la pandemia, por los difuntos y por el mundo entero. Al final, y en unidad con el Santo Padre, se pronunciaba la oración dirigida a María, dictadas por él mismo, pidiendo la protección de nuestra Madre para todos los que sufren en estos tiempos de prueba.

La Virgen de la Dulce Espera y una vela encendida, nos acompañaron cada día durante nuestra oración.

El 20 de mayo, día de la solemnidad del Maestro del Amor y la Unidad, nos conectamos a la oración del Santo Rosario, 98 participantes de Ecuador y otros países, muchos de ellos con sus familias, adicional a las 25 personas del conjunto San Rafael.

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Miembros de la Obra, María Madre y Reina de la Unidad, en Ecuador y el mundo.

Elevando su oración conjunta por el advenimiento del Reino de Dios, la Iglesia y la humanidad entera.

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