Ser más de Dios y menos de Nosotros

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De der. a izq: padre Eddy, padre Milton, Juan Arturo y Roberto

Primer diálogo del año 2021 sobre las Gotitas de Rocío para el alma de la Unidad 

 Martes, 5 de enero de 2021 

Luego de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, ciento dieciséis miembros de las Comunidades de Quito y Guayaquil, nos unimos en línea nuevamente con el deseo de participar de la reflexión sobre las “Gotitas de Rocío para el alma de la Unidad”.

Este encuentro tuvo una particularidad, pues no solamente fue el primero del año 2021, sino que fuimos invitados a compartir el defecto que creíamos el más grande en nosotros, así como la virtud que reconocíamos haber ganado.

¡Qué gran momento se vivió!  

Todos los que estábamos conectados, comenzamos a poner en palabras con el corazón abierto y sincero, sin temor a ser juzgados, pues sentíamos la certeza y confianza de estar entre hermanos.

Doscientas trece gotitas de rocío. 

“Lo que nos lleva a erradicar el defecto es el amor a Dios y, si aumentamos nuestro amor y abandono en Él, pronto superaremos todo aquello que nos impide ser más de Dios y darle el espacio que le corresponde”, dijo Juan Arturo, a la vez que recalcaba que fueron doscientas trece gotitas las recibidas hasta ese día.

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Parte de los participantes en el Diálogo del 5 de enero de 2021

El amor como punto de autoevaluación 

El padre Milton recalcó que el amor a Dios y a los demás nos llevará siempre a cuidar el corazón del otro y a vencer ese “derecho” que creemos tener, al poner lo propio en primer lugar.

Por otro lado, el padre Eddy nos llevó a la necesidad de practicar de cara a Dios y con frecuencia, un examen de conciencia para descubrir lo que nos domina, enfrentarlo y desterrarlo.

San José, Patrono de la Obra de la Unidad 

 ¡Qué gran regalo nos ha hecho el Señor Dios a través del Santo Padre, el Papa Francisco, al consagrar el Año 2021 a San José, Patrono de la Obra de la Unidad!

Juan Arturo y el padre Milton nos motivaron a recurrir a San José, a su amparo y protección, así como a imitar y vivir las virtudes de este hombre justo, paciente, sencillo y humilde que fue merecedor de ser el padre terrenal del Hombre Dios.

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San José, ruega por nosotros