Jericó por el Ecuador – CELCA Vicaría del Quinche
CELCA Vicaría del Quinche
Abril 2021
El Consejo de Laicos de la Vicaría de Nuestra Señora de la Presentación del El Quinche (CELCA Vicaría del Quinche), en servicio a la Iglesia, invitó a los Movimientos Católicos para participar en una semana de oración intensa, por “un gobierno justo y honesto para el Ecuador”.
Jericó por el Ecuador
Este Jericó se llevó a cabo desde el domingo cuatro, día de la Resurrección de Cristo, hasta el sábado 10 de abril, donde rezamos el rosario ininterrumpidamente, teniendo Fe que se hará la Voluntad del Señor. Implorando a nuestra Madre Santísima interceda por el futuro de nuestro país.
Éste finalizó con la celebración de la Santa Misa ofrecida por el padre Milton Paredes, Sacerdote de la Obra de la Unidad, y Asesor Espiritual del Consejo de Laicos de la Vicaría de Nuestra Señora de El Quinche, en el Santuario Eucarístico de Cunuyacu. Toda la jornada fue transmitida por el canal oficial de YouTube “Sitio de Jericó Ecuador”.
Nosotros, “Obra María, Madre y Reina de la Unidad”, nos unimos con los demás movimientos de la Arquidiócesis con el rezo del Santo Rosario de lunes a sábado de 6H30 a 7H30, donde un promedio de ciento veinte y cuatro personas se conectó diariamente para clamar, con amor, un milagro al cielo.
Jericó es conocida como el lugar donde los israelitas entraron a la Tierra Prometida. La ciudad fue tomada de manera milagrosa luego de siete días de intensa oración. Y así, como sus muros fueron derribados por el sonido de las trompetas, confiamos en que el Señor haya escuchado nuestras oraciones para que el próximo gobierno defienda la vida, la libertad y la justicia.
Festividad de la Divina Misericordia
El domingo once de abril celebramos la Festividad de la Divina Misericordia. Ecuador eligió a su nuevo gobernante, y Jesús nos regaló a nuestro nuevo presidente. Agradecidos con el Señor, por tanta gracia derramada, por ser generoso en bondad, capaz de restaurar y cambiarlo todo, ahora, caminamos con alegría hacia el futuro, de la mano de María Santísima, y con la certeza de un Dios vivo entre nosotros.