Bendito El que viene en nombre del Señor. Semana santa

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Niñas con palmas en sus manos junto al padre Milton. 

Bendito El que viene en nombre del Señor

Domingo, 28 de marzo de 2021 – Domingo de Ramos

Semana santa 2021

Este año nuevamente nos encontró confinados por la pandemia del coronavirus y, por obediencia al mandato y a la prudencia de cuidar y cuidarnos, muchos de los miembros de la Obra de la Unidad nos guardamos en casa, pero esto no fue un obstáculo para ser compañía de Jesús en su camino al Calvario, pues cientos fuimos los asistentes vía on line a cada uno de los ritos de la Semana Mayor para los cristianos,  pero muchos más fueron los corazones que, postrados, reconocimos nuestra pequeñez ante tan grande entrega de Amor. 

Bendito El que viene en nombre del Señor

Desde la capilla del Seminario de la Fraternidad masculina del Santo Sacrificio y de la Madre la Unidad, el padre Milton celebró la Santa Misa y en su homilía nos invitó a reflexionar sobre esas muchas veces en que admiramos la imagen de Dios pero no lo amamos; en esas otras en que nos decepcionamos porque no nos dio lo que pedíamos y hasta perdemos la fe, o en esas en que decimos lo mucho que lo amamos pero en cualquier contratiempo lo cuestionamos, exigimos, negamos y hasta rechazamos su presencia en nuestras vidas. 

¿Dónde está Jesús cuando en nombre del Señor nos corrigen e interpelan? Nos cuestionó el padre Milton para continuar diciendo ¿por qué tenemos miedo de mantener una relación cercana con Jesús? ¿Tenemos miedo de que nos tachen de católicos fanáticos en estos tiempos? ¿Hasta cuándo vamos a seguir diciendo bendito sea el que viene en el nombre del Señor y en el momento de la cruz lo abandonamos? 

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Fieles asistentes a la capilla de María Madre de la Unidad, mientras el padre Eddy bendice los ramos.  

Asimismo, el padre Eddy celebró la Santa Misa en la Capilla de María Madre de la Unidad, con fieles que, acogiendo las disposiciones del distanciamiento social y del aforo en el templo, nos reunimos para juntos recorrer el camino al Calvario de nuestro amado Redentor, al tiempo que se leía el santo Evangelio según San Marcos 14:1 — 15:47.