Amados hermanos de la Obra de la Unidad:
Reciban un afectuoso saludo y abrazo en la alegría de recibir este nuevo año 2019, año en que el Señor nos llevará a vivir el amor, la humildad y la paz, en medio de todas las circunstancias que atravesaremos. En la Navidad pasada nuestra Madre María nos llenó de sus ternuras, pero, sobre todo, de sus virtudes: de la obediencia, la inocencia, la docilidad, la sencillez y de la humildad, para que en este nuevo año podamos mantenernos junto al Niño Jesús, caminar y madurar con él y, sobre todo, amarlo y vivir verdaderamente por Él, en medio de este mundo que necesita de testigos fieles.
Queridos hermanos, debo decirles que tengo el corazón feliz e ilusionado de empezar este nuevo año 2019, año en el que celebraremos y recordaremos nuestras Bodas de Plata fundacionales.
Estamos todos invitados a caminar con más fuerza, más ánimo, más ilusión, pero, sobre todo, con amor por sobre todas las cosas a nuestro Dios y Señor, quien nos bendijo con la Gracia de estar en su Obra. Tomo unas palabras de nuestro Padre Milton Paredes en su homilía, en la Solemnidad de las Bodas de Plata el pasado domingo: “La Iglesia y el mundo están sedientos de unidad”. ¿Qué vamos hacer nosotros, hijos de la Obra, para llevar esa unidad y ese amor al mundo entero? ¿Qué nos falta?
Hermanos, comenzamos este mes de enero llenos de bendiciones derramadas por Nuestra Madre y Reina de la Unidad, ya que es su mes, para que tengamos la certeza de que el Señor busca mucho más en nosotros, por eso nos ha llamado a estar aquí y ser parte de esta Obra bendita, pues no estamos acá por casualidad sino porque Él lo quiso así.
Por eso, después de vivir una Navidad hermosa, donde el Señor nos ha dado enseñanzas claras para vivir desde su Corazón y sumergidos en él, alimentados por los Sagrados Corazones de Jesús y de nuestra Madre y Reina de la Unidad, este año que sea lleno de metas y objetivos claros y puntuales que logremos en nuestra alma por amor a Dios.
Los animo a que como familia de Jesús y María, luchemos como un solo corazón y el mismo espíritu, por todo lo que este año nos traiga como Obra, como Iglesia y en nuestros retos personales.
Bienvenido el 2019 y este mes que comenzamos con nuestra Patrona María, Madre y Reina de la Unidad que vendrá con muchas Gracias para el mundo.
Un abrazo fraterno.