Se realiza principalmente en la Casa de la Misericordia, en un sector con extrema pobreza y grandes necesidades económicas, humanas y espirituales.
Jóvenes de Guayaquil
Comunidades
La Obediencia y Docilidad ante la Gracia de Dios
Definición: Actuar conforme el Señor quiere, dejándote llevar totalmente por Su voluntad.
Testimonio: Cuando nos entregaron el carisma lo más fácil fue interpretarlo lógicamente, y algo que realmente nos costó entender fue cómo aplicar nuestro carisma en el día a día y más aún verlo con el corazón. Siendo jóvenes sabemos que obedecer a veces es complicado, creemos que las reglas están simplemente para restringirnos, pero a lo largo de nuestro camino como comunidad nos dimos cuenta de que estar en gracia realmente nos ayudó a ver la vida con el corazón y no con los ojos.
Para nosotros obedecer y ser dóciles es poner el corazón en cada cosita que hacemos, es una constante lucha y hemos tenido que aprender a morir a nosotros mismos, es saber justificar el amor cuando alguno de nosotros comete errores, es no dejar que algo pequeño se anteponga ante lo bueno como en el simple acto de saber acoger con amor las correcciones fraternas.
La Santa Sangre
Definición: Es llegar a reflexionar en sus propias vidas lo que significa el Sagrado Sacrificio del Señor en la Cruz a través de la cual, nos dio la salvación. Es darle el sentido divino que tiene el propio sacrificio, unido a la Preciosa Sangre de Cristo.
Ser parte de la Comunidad, con el carisma de la Santa Sangre, nos ha enseñado que las personas le tenemos miedo al sufrimiento, cuando en él no hay nada malo; el Señor realmente quiere que aprendamos de las maravillas del mismo. Nosotros como jóvenes muchas veces nos encerramos en el “solo nos pasa a nosotros” y no compartimos nuestro pensar o sentir, pero al abrir nuestro corazón y dejando salir lo que uno siente, es que nos podemos dar cuenta que no estamos solos, que contamos un grupo de personas que nos escuchan y apoyan. Y es a través de ese amor que el Señor nos hace sentir Su presencia.
Papito Dios derramó su Santa Sangre por nosotros, ¡Que acto de amor más grande!