Queridos hermanos,
La verdad es que la liturgia de hoy, la liturgia del Inmaculado Corazón de María no tiene lecturas propias, es la lectura del día, es la lectura del Evangelio del día la que estamos leyendo y llama la atención lo apropiada que es la lectura de hoy para hablar de la Virgen María, del Inmaculado Corazón de María.
Primero que nada si quisiera que nos pongamos a pensar en lo que acabamos de vivir, en este rosario que como se nos decía, vivamos este rosario pensando en todas las virtudes de María, pero también en las virtudes humanas de una mujercita querida por así decirlo, de una mujer sensible, de una persona cercana. Hay una realidad que nosotros debemos llegar a convencernos y es que de verdad sin la Virgen María no vamos a poder tener un camino verdadero en Dios.
La Virgen María uno puedo decir, teológicamente hablando, hay quienes se dedican a estudiar porqué la Virgen María está en la biblia y hay un libro que habla cómo la Virgen María está desde el Génesis en todos los libros de la biblia hasta el apocalipsis. Uno puede decir teológicamente hablando la Virgen María es importante, pero ¿Qué tan importantes es en la vida de cada uno?
Ayer en las gotitas de rocío que se nos envió, se decía lo importante que es la ternura, la delicadeza, no únicamente la disciplina, porque uno puede rezar el rosario por disciplina, uno puede entregarse a Dios teniendo ritos y siendo fiel a esos ritos como una especie de soldado. Y podemos ser gente entregada a Dios a base de disciplina como soldaditos, pero si vivimos así nuestra fe, vamos a durar poco y lo más probable así como en los hogares donde no hay ternura,
¿Qué pasa en los hogares donde no hay ternura? Finalmente puede pasar que a la esposa le va a llamar la atención alguien del trabajo que por lo menos le dice, qué bonito que haces esto, o va a pasar con el hombre que finalmente no por ser infiel, sino porque no encuentra ternura, el corazón de él aunque sea, no digo que va a buscar, pero aunque sea, le va a agradar que alguien de afuera le diga algo, como decía el Padre Espinoza de los Monteros que si el marido tiene dos pelos, aunque sea le digas se te ve interesante el peinado. No estamos hablando aquí de un tema de que uno sea como una persona que dice cosas bonitas, sino de buscar verdades en el otro, verdades que te acerquen a la ternura, porque si tu no le dices, alguien le va a decir.
A uno le preocupa cuando uno ve tanta niña bonita aquí en San Rafael y que a veces no reciben el halago del papá, porque por cada halago que el papá no les da, esa seguridad que no se siembra en ellas, hay algún chico afuera, hay alguna persona afuera que está tocando ese corazón y una niña creciendo con inseguridad. Eso es peligroso, no solamente es decir, dile cosas bonitas a tus hijos y que seas un papá bonachón, es peligroso que un padre no reconozca lo bello de su hija o que un hijo no sepa lo bueno que tiene, en este tiempo es peligroso y así de peligroso es que nosotros no tengamos una relación tierna con María, una relación de hijos.
Aquí en la palabra de Dios, nos habla del corazón indiviso, nos dice que nadie puede servir a dos señores. ¿Por qué no podemos servir a dos señores? Porque nuestro corazón está dividido. La Virgen María es la persona que no tenía división en su corazón, es la persona que no pensaba en dos amos y particularmente en la palabra de Dios de hoy, se nos habla de la persona que sirve a dos amos, que sirve a dos señores. No se puede servir al uno y al otro porque o le vas a ser fiel al uno, o le vas a ser fiel al otro, no se puede tener dos señores y en la Palabra de Dios se dice algo que también está contenido en la psicología humana, cuando uno ve las películas, cualquier película que uno ve de Disney de lo que sea, o cualquier película incluso moderna, siempre el malvado suele tener una característica y es que el malvado tiene una división.
Yo recién con el Padrecito Eddy estuvimos viendo Mazinger, más bien dicho yo veía mientras él dormía. Volvimos a ver esa serie que veíamos cuando éramos niños y el malvado, el Barón Ashler, estaba dividido, eran dos personas metidas dentro de una. Y cuando uno ven Harry Potter, ¿qué es lo que hace el malvado para sobrevivir? divide su alma en siete pedazos. Y en general cuando uno ve el principio, ese que nos enseñan a nosotros en Resurgere, esa película basada en doctor Jekyll y el señor Hyde, la persona malvada es representada como la persona que está dividida, su alma está dividida. Y su alma está dividida esencialmente porque tiene dos amos, dos señores.
Yo me acuerdo, por si acaso no es que yo me considere santo o que esté en algún tipo de camino de inspiración o todo eso, todos nosotros tenemos un llamado a la santidad, pero yo me acuerdo y recién le comentaba a una persona, y tampoco creo que sea algo de lo cual yo presumo, pero a los 18 años antes de que el Señor me llame a ser sacerdote yo tuve un sueño y es un sueño que me ayudó mucho. Era un sueño en el que yo me arrodillaba frente a Jesús y después alguien me llamaba a arrodillarme en una iglesia, primero me arrodillaba en una iglesia frente a un Cristo y yo le juraba servirle para toda la vida.
Uno de esos sueños rarísimos porque yo en mi vida soñaba, yo no me acordaba nunca de mis sueños y en ese tiempo yo apenas estaba conociendo la Obra de la Unidad pero yo no estaba tan convencido ni siquiera de ser de la Obra y yo no era una persona profunda así como para decir que voy a tener un sueño profundo, así con pensamientos súper impresionantes, no, si soñaba, soñaba lo del día, que iba a jugar básquet o alguna cosa; entonces me llamó la atención que a mis 18 años recién cumplidos yo soñaba que me arrodillaba frente a Cristo y después me daba la vuelta y me iba a una iglesia que estaba al frente y me arrodillaba y le ofrecía servicio eterno para siempre a un demonio y era el mismo sueño, pero ese demonio estaba metido dentro de un crucifijo y me llamaba la atención, después y me preguntaba que significó ese sueño porque fue un sueño que me hizo tomar una decisión, que fue esencial para mi vocación.
En ese sueño una cosa que me pasaba era que yo me arrodillaba frente a un Cristo y ese era Jesús y le ofrecía servicio y después me arrodillaba a algo muy parecido a Jesús porque era un Cristo, pero era un demonio disfrazado de Cristo y yo le juraba lealtad.
Eran las dos opciones de vida que el Señor me presentaba a mis 18 años, pero una cosa que me acuerdo que tenía ese diálogo, es que ese supuesto Cristo me decía pero tú conoces la traición y la traición te hace feliz y si algo te hace feliz entonces significa que a Dios le agrada, y muchas veces esa es la ideología por lo que muchos jóvenes, mucha gente se mueve, lo que te hace feliz es lo de Dios, y eso no es así.
Dentro de este diálogo que yo tenía en este sueño me proponía continuar con las cosas que me hicieran feliz, aunque no necesariamente fueran parte de los mandamientos y me acuerdo que para ese entonces en mi vida a través de las enamoradas que yo había tenido si estaba de alguna forma enraizada la infidelidad, porque yo no tenía problema en tener una enamorada y estar viendo a otra chica por ejemplo. Me di cuenta que era muy esencial que yo entienda, yo no tenía cargo de conciencia en ese tiempo, no es que soñaba porque tenía cargo de conciencia y soñaba que el diablo venía a verme, no para nada, yo no tenía cargo de conciencia, por eso después me di cuenta que el Señor me dio ese sueño, donde el demonio me proponía seguir viviendo en pequeñas infidelidades y así ponerme de poco en poco a su servicio.
A lo mejor lo que yo entendí, sin querer decirles que estas cosas son dogma de fe, ustedes saben que cuando una persona te cuenta un sueño y te dice que le habló Dios o la Virgen o se le apareció el diablo, tu puedes creer o no creer, no pasa nada, no les estoy diciendo esto como dogma de fe, pero una cosa que me sirvió de ese sueño fue entender que tenía que escoger entre dos caminos y que si tú escogías a Dios tenías que ser verdaderamente radical en eso y el otro camino, era el camino que yo ya vivía, el camino del católico mojigato, el camino del católico que dice ser de Dios, que se arrodilla, porque yo me arrodillaba frente a Dios, iba a misa de domingo, iba a las misas de bautizo, de matrimonio, pero yo mismo sabía que dentro de mi vida habían cosas que estaban mal y esas cosas que estaban mal no quería arreglarlas porque prefería que sea externo ese seguimiento de Cristo y a mis 18 años entendí que no puedes quedar bien con la sociedad por ejemplo, y ser de Dios. No puedes hacer las dos cosas.
A mí me gustaba quedar bien con la gente y parecer católico y resulta que no puedes hacer esas dos cosas por ejemplo, hay gente que dice, yo quiero ser católico pero ya me están empezando a reprochar en mi familia o en mi casa, no puedes servir a dos Dioses, no se puede.
La Palabra de Dios dice o sirves al uno, o sirves al otro, no puedes servir al qué dirán, no puedes servir ni siquiera a tu propia sangre, la Palabra del Señor dice, que cuando tú escoges a Dios, dentro de tu casa habrá una división y serán dos contra tres y tres contra dos y hay gente que dice no quiero tener ningún conflicto con mis papás, tienen como dioses a sus padres y quieren tener como dios a Dios, no se puede. O hay gente que dice yo quiero seguir a Dios pero no quiero perder a ningún amigo, no se puede, la palabra de Dios te dice mientras tu corazón esté sirviendo a dos dioses, tu corazón estará dividido, por eso la Virgen María es el signo del corazón indiviso, ella siempre servía desde el amor profundo pero siempre tenía primero a Dios sobre todas las cosas.
Cuando dentro de la Palabra de Dios por ejemplo se habla del corazón indiviso, no se está hablando como decía recién un político que no voy a decir el nombre, decía: Lo que nosotros decimos lo hacemos, y lo que nosotros ofrecemos lo cumplimos, cualquiera diría eso es unidad interior porque lo que piensa lo dice y lo que dice lo hace, nuestro concepto de unidad interior va por ahí, lo que tú piensas lo dices y lo que dices lo haces, lo cumples, lo que sientes que debes hacerlo lo haces, claro que es así, pero para que nosotros vivamos eso debemos tener un amor sobre todas las cosas.
Una persona no se unifica verdaderamente si no tiene un amor sobre todas las cosas, una persona no llega a la unidad verdadera cuando no ama a alguien sobre todas las cosas, uno puede empezar desde Dios, pero también cuántas veces uno ve, por ejemplo, recién hablábamos con una mamá, que me decía: no entiendo porque mi hija tiene pensamientos tan fuertes sobre los hombres. Una persona con depresiones decía yo no entiendo porque mi hija anda depresiva, y uno dice ¿tratamiento a la hija?
Cuantas veces cuando vienen a hablar con nosotros o cuando alguien va a hablar a Resurgere, uno se da cuenta que todos los conceptos que tiene la hija son por que los absorbe así de la mamá, o los hijos en general absorben tanto de la mamá, que una mamá depresiva no puede crear hijos alegres. Alguna vez una persona me decía: necesito sanarme porque hasta la leche me sale agria, (estaba amamantando a su bebé), porque yo estoy mal decía.
A veces nosotros queremos criar hijos felices, siendo nosotros gente dividida y yo les digo particularmente a las mamás, qué impresionante como los hijos en general, dependiendo de cómo sea su relación con los papás, absorben tanto de los papás, absorben de tal manera, que uno se encuentra con personas que te dicen yo no voy a tener enamorado porque los hombres son infieles y yo les digo, ¿de dónde sacas que los hombres son infieles?, si tú tienes 14 años y nunca has tenido novio y te das cuenta que hay una mamá resentida detrás de eso, te das cuenta de una mamá que no se ha solucionado, que no ha perdonado y por más que diga que perdona, los hijos absorben hasta el inconsciente de los papás, es algo terrible sentir eso que un papá puede decirle y decirle y decirle pero como el papá no está convencido, los hijos absorben hasta el inconsciente.
Estos humoristas argentinos Les Luthiers dicen: lo niños son seres pensantes, hasta podríamos decir que son seres humanos dicen, el ser humano absorbe todito, los chiquitos absorben los conceptos que nosotros tenemos de amor, de ternura, todo eso, no son explicados, son absorbidos, tu absorbes de cómo les ves a tus padres que reaccionan contigo tu absorbes y es algo que no puedes discernir, por eso es que los padres divididos no pueden formar hijos estables, y uno les dice aunque sea por amor a tus hijos unifícate, resuélvete.
Uno ve que el corazón de la Virgen María no se permitía un resentimiento por ejemplo, siempre sacaba el resentimiento enseguida, la gente a veces piensa y dice, nosotros dentro de la Obra si lo que pasa es que Marcia ha formado a sus hijos así, que bonito que es, pero no se trata de algo que es bonito, estás hablando de la estabilidad emocional de una persona.
Cuando un padre o una madre no sabe sacar el resentimiento de su corazón, la división va a entrar en su corazón y va a formar hijos divididos, divididos consigo mismo, inestables, por ejemplo el resentimiento, que impresionante como el resentimiento divide el corazón en dos. María que tenía un corazón indiviso, no tenía resentimiento, no se permitía, no entraba el resentimiento.
Yo he escuchado en las formaciones que se nos ha dado que te dicen, repite: Te perdono, te perdono, te perdono; no es una cosa que se puede hacer cada cierto tiempo, tienes que hacerlo hasta que no haya nada de resentimiento en el corazón, porque el resentimiento hace que tu corazón esté dividido y puede estar tan dividido que tu ni cuenta te des o como pasaba con Voldemort en Harry Potter que estaba dividido en siete el corazón.
Una persona que ya vive tantas heridas, divide el corazón de algunas formas, hay gente que tu encuentras que no solo divide el corazón en dos, sino le encuentras dividido en tres o en cuatro. Yo recién les comentaba en la última charla sobre el Sagrado Corazón de Jesús, que normalmente cuando una persona ha vivido algo traumático, como por ejemplo un abuso sexual o algo traumático en general, pero que no ha sanado, la persona suele dividirse en dos para poder sobrevivir y hay gente que se acostumbra a dividirse en dos y a vivir así dividida. Es como que estuviera viendo una película de sí misma y mira la película y dice mira ahí está la vida de Milton, mira qué bonito ha sido, y cuando tú le dices, ¿por qué no tomaste una decisión?
Recién hablábamos de una persona que no tomaba decisiones en su vida y tú le decías ¿Por qué hiciste esto? ¿Por qué ahora te encaminaste en esto? Y te decía no sé, a mí, mis papis me aconsejaron eso, pero ya estabas hablando de una persona grande y le preguntas que ¿por qué no puede tomar una decisión? Y dice es que no he podido hablar con Marcia y uno dice que bueno que tú la busques pero la responsabilidad de tu vida es tuya. O sea tú también tienes conciencia y hasta que Dios te permita hablar con ella o tener guía, ¿por qué no decides de acuerdo al bien, de acuerdo al amor? ¡Ah! no sé, lo que pasa es que a mí me aconsejó esto el Padre, y uno se encuentra la inmadurez o la justificación al decir que una persona no la atiende para decir que por eso no seguimos a Dios, para decir como que nosotros viviéramos nuestra vida pero en realidad estamos viendo nuestra vida como si fuera una película de Disney.
¿Por qué no te entregas más a Dios? Ah bueno, porque… mira la película que estoy viendo de mi propia vida, no tomo decisiones, no me meto dentro de mi cuerpo, no asumo mis decisiones, no asumo que lo que puede pasarle a mi familia es mi responsabilidad, porque yo soy el papá, yo soy la mamá y la formación de mis hijos es mi responsabilidad.
¡No!, los hijos se están criando así, como decían alguna vez, se cae una taza y te dicen: se cayó la taza, solita se cayó, como si le salieran patitas fuera caminando y se cayó. ¿Por qué tus hijos están desorientados? No sé, así salieron, malcriados salieron. ¿Por qué no hablas con tus hijos? No sé, nunca cuentan nada, callados son. Y es grave, son cosas graves, porque vivimos como que las no fueran nuestra responsabilidad ni nuestra culpa, como que las cosas se dieron. ¿Por qué le fuiste infiel a tu esposa? No sé, me enamoré, y por qué no te desenamoras, por qué no sales de eso, es que estoy enamorado. Grave es porque nosotros vivimos divididos, como que las cosas que pasan en nuestra vida no fueran asunto nuestro.
La hermana Clare que era experta en teatro, que se preparó para ser cineasta, decía: Yo me di cuenta que debía ser fiel a Dios y cuando Dios me llamó me di cuenta que mi vida no era un teatro, sino que yo debía responderle a Jesús y si yo no respondía, hería el corazón de Cristo. ¿Cuántos de nosotros no vemos el pecado como una herida personal al corazón de Dios? No sé yo peco, soy débil, pero tienes que reparar el corazón, eres responsable de cómo tratas el corazón de Cristo. Igual como ahorita se nos decía, heriste el corazón de tu esposa, bueno a ver si se sana, solito. Tienes que reparar el corazón, eres responsable de tu vida.
Solamente para terminar yo les hablaba el otro día y salió la Palabra que cuando tu confías en alguien tu ser se unifica, porque no soporta por ejemplo la mentira, yo me acuerdo que la primera persona con la que me pasó eso fue con el Padre Juan, yo no soportaba, no es que no soportaba la mentira, porque la mentira es algo más grave. Yo no soportaba el no estar en comunión con él, entonces de hecho Juan me había recomendado hablar con el Padre Juan y contarle todo, no únicamente lo bonito, porque a veces nosotros pensamos que guía espiritual es contarle lo bonito y decirle verás hoy me levanté, me peiné, recé, me confesé y así estoy todo bonito y alegre, pensamos que eso es guía espiritual, y eso se llama hipocresía, eso se llama división, porque cuando tu confías en alguien le dices lo bueno pero también y sobre todo le dices lo malo de ti.
Yo les comentaba que en el Nuevo Testamento se habla del pecado de la infidelidad, pero de la infidelidad que nace de la desconfianza, la persona desconfiada no te va a contar todo y como no te cuenta todo hay una partecita que se guarda, hay una partecita que oculta y esa partecita es la que Dios no la toma, por esa partecita es que nosotros somos infieles. Cuando tú tienes una persona en la que realmente confías le cuentas todo, y yo me acuerdo el paso en riesgo que significó contarle al Padre Juan mi vida, a pesar de que habían cosas desagradables. Y esa sensación de decirle Padre aunque usted ya no confíe en mí, le voy a contar todo lo que yo soy y todo lo que hago, aunque esto le produzca desconfianza, porque quiero salvar la relación de confianza precisamente, porque no quiero ser una persona que usted piensa que conoce pero que en realidad no conoce, porque quiero realmente tener una relación de confianza con usted.
Después me pasó con Marcia, decirle, contarle, que ella supiera, me nacía contarle pero no únicamente es que me nacía sino yo quería contarle porque verdaderamente yo le sentía amiga, porque me parecía una persona verdaderamente confiable. Qué terrible que es cuando tú tienes una persona confiable en tu vida y a pesar de que es confiable, no confías, es algo grave, nosotros no nos damos cuenta pero es un pecado grave contra el amor, que teniendo alguien confiable en tu vida, no confíes, y resulta que además era porque yo quería ser fiel a Dios.
Cuando tú tienes un guía espiritual, cuanto tienes a alguien que el Señor te ha puesto en nombre del Señor, no solamente le cuentas porque es chévere, porque es bonito, yo particularmente les digo que yo no me siento bien cuando tengo una amistad por ahí y le cuento todo y no le cuento todo a quien me guía, me siento súper mal, porque de alguna forma eso ya te habla de infidelidad con Dios.
Hay personas que les encanta tener su mejor amigo, su mejor amiga a la cual le cuentan todo, pero a la persona que les tiene que guiar en nombre de Dios, la relación que tienen que cuidar en nombre de Dios, a esa persona no le cuentan todo, le cuentan solo ciertas cosas y eso ya te habla de infidelidad, ¿Por qué? porque te habla de división y la división siempre va a ser enfermedad, sino quieres llamarle infidelidad, llámale como quieras pero es algo enfermo, la división siempre es algo enfermo y María es el corazón indiviso, porque yo les digo y es lo que siempre se dice en nuestra espiritualidad, una clave para tener el corazón unificado es que ames a Dios sobre todas las cosas, o sino nosotros vamos a parecer como cualquier partido político que dice lo que nosotros decimos, lo cumplimos, eso lo dice cualquier partido político.
Pero la verdadera unificación del corazón nace obviamente de amarse a uno mismo claro, porque que feo es sentir que lo que tú dices no lo crees, es horrible, cuando no está enferma tu alma, es terrible decir te amo y como decía este rato Juan, es terrible decirle a alguien que amos algo que no es verdad, es terrible porque es desestabilizante.
Yo particularmente también tengo este acto de que cuando sé que es una persona que siempre dice la verdad, que se que una persona que sé que tiene unidad consigo misma, cuando me regala algo me encanta guardar eso, porque sé que lo me dio y lo que me dijo significa eso, es algo hermoso cuando tu sabes que alguien que verdaderamente tiene unidad interior te regala algo, ese regalo es algo precioso, porque sabes que ese signo, ese gesto significa toda la palabra que te dijo. O sea causa estabilidad un corazón unificado, pero normalmente este tipo de personas tienen un amor a Dios por sobre todas las cosas, porque si tú tienes un solo amo, un solo Señor, tu corazón no va a estar dividido.
Que el Señor en este día, como la Virgen María que era la esclava del Señor, no era la esclava de su familia, nosotros no sabemos o ¿ustedes saben el apellido de la Virgencita María? ¿no? Yo tampoco, no está en la biblia por si acaso, no está en la biblia porque no era importante, no se ofenderán no, algunos ya me están viendo raro, no era ni Perez como dicen.
Ofrezcámosle al Señor en este día y pidámosles a la Virgen María, la Virgen María en su amor y en su ternura es un llamado a tener un corazón sin divisiones pero además ella misma puede lograr en nosotros, lo que no se ha logrado de otra manera, muchas veces la ternura, el amor y la amistad de alguien puede lograr lo que no se ha logrado ni por la disciplina, ni por los rezos, ni por las flagelaciones o los látigos que nosotros mismos nos damos, se puede lograr, puede lograr la Virgen María en nosotros, pidámosle a ella, acordémonos que hoy se celebra el inmaculado corazón de María, no estamos celebrando a la Virgen María en su ser, estamos celebrando su inmaculado corazón, aquello que es esencialmente indiviso, aquello que es esencialmente uno, el inmaculado corazón de María, pidámosle esta gracia a ella.
Padre Milton Danilo Paredes
Superior de la Fraternidad Sacerdotal del
“Santo Sacrificio y María, Madre y Reina de la Unidad”