Testimonio
Andrea
32 años
Asistir al retiro «María es Misericordia Para el Mundo», fue para mi la experiencia más hermosa y dulce que haya tenido en el ámbito espiritual.
Yo he sido una persona «Católica» desde pequeña y he asistido a varios retiros muy lindos y valiosos. De igual manera, hice procesos espirituales que fueron demasiado importantes para mi; pero me atrevo a decir que ninguna de esas experiencias ha sido tan «dulce y amorosa» como lo fue el retiro «María Es Misericordia para el Mundo».
Considero que la vivencia de este retiro supera al «gozo» que uno sentiría si fuera de viaje al lugar que «siempre ha soñado»…
A pesar de que a lo largo de mi vida había sentido mucho respeto por la Virgen María, mi relación con Ella se reducía a «eso», es decir: respeto y admiración; pero no más.
Si bien yo rezaba el Rosario, lo hacía porque sabía que es una oración muy bonita, importante y poderosa, pero no llegaba a conectarme verdaderamente con la Virgencita. Siempre sentía que era una «mamá buena pero lejana». La figura de la Virgen María era un «lindo concepto», pero no era una «experiencia viva» en mi historia personal.
Sin embargo, eso cambió cuando fui a este retiro, porque me encontré con el verdadero «Amor Maternal». Con una Virgen María «viva» que estaba allí esperándome con los brazos abiertos, para escuchar mis dolores con ese «silencio: consolador, compasivo, dulce, acogedor y amoroso» que solo Ella puede tener.
Sentí cómo varias de las heridas que acarreaba desde mi infancia sanaron y cómo «Ella» con su dulzura tan particular, me llevaba de la mano y me guiaba en este «caminar hacia Jesús». En fin, no creo que podría describir con palabras toda mi emoción!
¡Recomiendo este retiro a todas las personas! ¡Es simplemente espectacular! ¡Jamás se arrepentirán de aceptar esta hermosa invitación!