Quiero ponerles al tanto de lo sucedido en torno a la noticia que primeramente salió en CNN en Español el jueves, 21 de febrero (VER LINK) y luego, de una manera incompleta y más bien sensacionalista, salió en Diario Expreso el día de hoy domingo 24 de febrero (VER LINK), y que tiene que ver con Patricia Barba y el acoso sexual que ha sido víctima en los primeros años de la Obra.
El pasado 19 de febrero, Ana María Cañizares, periodista de CNN en Español, fue hasta donde mí buscando información en torno a este penoso tema. La recibí en nuestra casa de “El Camino de María”, y en una entrevista corta pero intensa y bien explicada, pude decirle que estoy desde el inicio de la Obra y que habiendo estado cerca al Padre Alberto y al Padre Juan, y a lo largo del tiempo que estoy al frente de la Obra, absolutamente nada he sabido y tampoco el Consejo General de lo que Patricia Barba denuncia a la prensa, que ha sido para todos una sorpresiva y triste noticia.
Le he dicho además que si Patricia Barba declaró que fue a donde el Padre Alberto para que la aconseje, pienso que debió haber sido en confesión porque nada en absoluto conocimos en el Consejo General de entonces, y lo que el Padre Vittadello la aconsejó fue bajo su discernimiento y conciencia ante Dios, que a mí no me compete opinar. Ante la pregunta suya de que si yo lo hubiera sabido la hubiera ayudado como cabeza de la Obra, le dije con total certeza que claro que lo hubiera hecho, porque nuestro carisma en medio de la Iglesia es la vivencia profunda y práctica del amor misericordioso como una expresión del Dios vivo que nos acoge en medio de nuestros males y dolores, nos rescata en la verdad y nos levanta, para hacernos personas libres y felices en su amor.
Además, le he dicho a la periodista que la vida religiosa que tuvo Patricia Barba luego de que las monjitas se separaran definitivamente (porque ya no permitieron que el Padre Juan las asista como director espiritual y confesor), no fue ya de conocimiento de nosotros los laicos y mucho peor conocer la razón de su salida definitiva de esa comunidad de religiosas y peor aún los motivos de su salida de la Iglesia Católica.
Además, dentro de los datos que da Patricia Barba a la periodista hay algo que no está claro históricamente, porque el acoso que ella manifiesta sufrió debió ser varios meses antes del 3 de febrero de 1997, fecha en que el padre Alberto falleció, y su salida de la comunidad de religiosas y de la Iglesia Católica ella lo concreta alrededor del 2006. O sea, más o menos 10 años en que ella permanece dentro de su vocación y su comunidad de religiosas y nada llegó a conocer de esto el Padre Juan, segundo Moderador General de la Obra, y tampoco este servidor. Esto me entristece más aún porque mucho se hubiera podido hacer en su beneficio para ayudarla a salir de su dolor y herida y posiblemente se hubiera puesto en conocimiento del Arzobispo de Quito lo sucedido.
Por otro lado, se menciona que Patricia Barba sufrió el acoso sexual de dos sacerdotes, según se entiende en la nota de prensa. Triste y grave noticia, pero quiero dejar claro que Patricia Barba no pretende decir que fueron sacerdotes de la Obra; y este punto me dejó claro la periodista. Me dijo que se trataban de dos sacerdotes que las visitaron en alguna ocasión y cuyos nombres no recordaba.
Quiero, ante todo esto que he tratado de contarles, que como Obra y miembros de la Iglesia, que apacigüemos nuestros corazones y alejemos de nosotros todo juicio y sentimientos negativos, que en nada ayudan en este momento de prueba que como Obra soportamos.
Si Patrícia Barba padeció acoso e irrespeto a su persona y a su condición de consagrada, pues es muy triste y debemos orar de corazón por ella y no criticarla. Y por otro lado creo que está bien que esos actos debían ser denunciados y los sacerdotes que actuaron mal sancionados, en orden a lo que el Santo Padre Francisco está haciendo para purificar a la Iglesia Universal. Pero lo que de ninguna manera está bien que una nota periodística se pretenda contar unos acontecimientos dolorosos de manera sensacionalista y ambigua, dando lugar a confusión y a qué se entienda, por la manera incompleta e interpretada de contar lo sucedido, que “los directivos” de la Obra María, Madre y Reina de la Unidad conocían y que de ellos “recibió presión para que no denuncie”, siendo totalmente falso y tendencioso.
Les pido a todos los miembros de la Obra que renovemos nuestra Oración, y en especial en este mes de marzo que se avecina. Es tradición entre nosotros hacer de Marzo un mes de oración constante del Santo Rosario, y ahora con más razón cuando iniciamos la Cuaresma. Debemos orar por quienes nos persiguen, pero más aún por la Iglesia, por el Santo Padre para que se sienta fortalecido por nuestro amor filial y nuestro sometimiento total a su guía como vicario de Cristo. Y por todos los consagrados de la Iglesia: Sacerdotes y Monjas, para que nuestra Oración los reanime y los encamine por un nuevo tiempo de humildad y fidelidad al llamado que el Señor hizo a sus almas a la vida consagrada.
Les abrazo con amor fraterno y pido al Señor y a su Madre bendita que nos cubran con su amor, sus bendiciones y protección en estos tiempos de prueba y de totalidad en nuestra respuesta.