QUE NADIE SE SIENTA CONFORME CON LO QUE ES

La palabra del Señor para hoy nos habla de la sensación de comodidad que tenían los primeros cristianos respecto de su camino, al punto de llegar a sentirse satisfechos con aquello que vivían.

Esto lo denuncia el apóstol Pablo a través de la carta a los Corintios. Y la forma de mostrarles la comodidad en la cual viven es poniéndose a sí mismo como ejemplo. Dios necesita un referente para hablar de cómo se debe entregar un alma, y en ese tiempo las personas de la comunidad cristiana se acomodaron y se sentían buenos, San Pablo tiene que apelar a algo concreto para comparar la vida de ellos con la vida de lo que es un verdadero cristiano.

Les dice: “Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, y ustedes son prudentes en Cristo; nosotros, débiles, y ustedes, fuertes; ustedes, nobles, y nosotros, despreciados …y nos fatigamos, trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la sufrimos.
Somos difamados, y respondemos con bondad; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos”. (1 Cor. 4)

Por ello debes preguntarte si verdaderamente no estás siendo perseguido, si nadie habla mal de ti, si no pasas hambre por Jesús, si no estás dando tu vida por alguien, o si en ese dar tu vida no vives incluso ciertos dolores, si no estás viviendo algún tipo de traición de alguien o si no recibiendo la calumnia de alguna forma, examínate porque si no estás viviendo nada de eso significa que tú camino en Dios no es real, San Pablo les dice a los corintios que ellos han recibido muchas enseñanzas de maestros pero padres tienen pocos, esa también es una forma de mostrarles, en su lenguaje directo, lo que ellos no son para los demás.

Podemos darnos cuenta que con nuestros hijos (cuando somos verdaderamente padres presentes), les ponemos normas porque los amamos, nos vamos a veces a encontrar resistencia y fricciones e incomodidades por la circunstancia misma que conlleva asumir entero mantente a alguien desde el amor , así también cuando uno está verdaderamente involucrado en el camino de Dios tiene que vivir la fricción de la gente que no te quiere escuchar a pesar de que los ames, la incomodidad (dulce cuando hay amor de por medio ) de involucrarte con otra vida que no es la tuya y dedicarte a conocer, amar, aconsejar, descubrir, respetar, dejarte transformar por un mundo diferente del tuyo. Y por eso mismo, por estar dentro de ese hermoso movimiento que implica amar, muchas veces también ser criticado por algunos que te miran como luz y esa luz les estorba.

Por eso el día de hoy el cuestionamiento es fuerte, Dios quiere que nos veamos verdaderamente en nuestros egoísmos, estamos cómodos sin duda y lo peor es que nos sentimos buenos, nos sentimos generosos, nos sentimos satisfechos, mucha gente habla bien de nosotros y eso habla de que no estamos bien. Y cuando pensamos que algo anda mal en mi vida, en Dios nos convencemos de que, de seguro otra persona tiene la culpa, pero no yo.

Padre Milton Danilo Paredes
Superior de la Fraternidad Sacerdotal del
“Santo Sacrificio y María, Madre y Reina de la Unidad”

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Preguntémonos:

• ¿Vivo con la sensación de que lo que hago por Dios es suficiente?
• ¿O la sensación de que ya amo o de que sé amar a las personas que viven conmigo?

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