O cuánto nos cuesta atesorar mucho más la experiencia continua y constante de ser perdonados por Dios.

O cuánto nos cuesta atesorar mucho más la experiencia continua y constante de ser perdonados por Dios.
San Pablo tiene que apelar a algo concreto para comparar la vida de ellos con la vida de lo que es un verdadero cristiano.
En esta respuesta vemos que el amor de Dios es un amor que busca siempre el amar sin un límite, el amar hasta dar la vida.
Y en esto Jesús es el primero en quien vemos este ejemplo pues Él es quien mejor conoce a quienes ama.
Cuando un niño desobedece a su madre o a su padre, podríamos decir que se forma un pequeño «nudo».
María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno.
Pero María está atenta al significado, lo sabe comprender: "porque no hay nada imposible para Dios"(Lc. 1,37).
Creo que una de las virtudes más hermosas de la Virgen María debió ser su manera de escuchar.
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué de bueno hacen?, pues hasta los que no conocen a Dios hacen eso» (Mt. 5, 44-47).
Para nosotros este "dar la vida" significa desacomodo, sacrificio. Jesús nos llama a "perder la vida" de forma real.
El sentido literal y completo de la palabra Shemá en hebreo sería: “Escuchen y tomen esto seriamente”.
Una de las enseñanzas básicas de Jesús y que nos muestran una característica básica del amor, es ese llamado del Amor a "dar la vida”.
Creo que a todos, Dios nos ha dado la gracia de conocer a alguien que, todo o en gran parte de lo que dice es verdad en su vida.
"En cambio lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impura a la persona." (Mateo 15,18).
Nos dice la Sagrada Escritura: "Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene." (Proverbios 25,11).